LA GUAREÑA
El regidor zamorano más televisivo
Nides pone a El Pego en el mapa mediático
Los vecinos viven la participación de su alcalde en un "reality show" como una oportunidad para promocionar el pueblo
IRENE GÓMEZ. El Pego
«No me dejan parar». Nides Riesco, alcalde de El Pego, no llegó a calibrar las consecuencias de la fama. Tal es el alboroto que se forma a su alrededor cuando atraviesa las fronteras del pueblo, que «hay veces que sólo me dedico a que me hagan fotos. No sabía que tendría tanta repercusión». Y todo por la ocurrencia de presentarse a un programa de televisión en busca de su media naranja. "Granjero busca esposa", que cada lunes emite Cuatro, ha sacado a Nides del anonimato. Allá por donde va, lo reconocen. Zaragoza, Calatayud, Valladolid? y qué decir de Zamora. Es el rey del "reality". Hasta en la fiesta de los quintos de El Pego alguna forastera aprovechó para echar un tiento al alcalde o simplemente para verle, hacerse la foto o pedir un autógrafo. Más de lo mismo en el baile de La Bóveda.
Animos, muchos. Exabruptos, alguno. «Hace poco estaba en un disco-bar de Zamora y había un grupo de matrimonios. Una mujer casi me pega, me insultó y empezó a decir que si no había chicas en Zamora». Nides asume deportivamente las críticas. La "caja tonta" tan pronto encumbra como demoniza.
¿Arrepentido? «No», sentencia convencido. «He conocido a mucha gente. Ahora cuento con una red de paradores para ir por toda España». Buenas relaciones de las que ya ha podido beneficiarse este agricultor de 45 años en estado de soltería. «Acabo de ir a una feria en Zaragoza y me he quedado en casa de una amiga que he conocido a través del programa. No me ha hecho falta ir a hotel». El alcalde de El Pego, uno de los seis granjeros aspirantes a encontrar pareja, guarda en esta gran red de amistades la mejor recompensa a su participación en el "reality show".
A falta de tres programas para que concluya, Nides no suelta prenda sobre el desenlace. «El final mío es fuerte». Ahí queda la incógnita. Hasta ahora los telespectadores saben que el concursante zamorano seleccionó en la fase final a Vera -43 años, rusa, traductora y residente en Valencia- y Paula - 34 años, enfermera y residente en Madrid-. Los vecinos de El Pego tuvieron ocasión de conocerlas durante los diez días de convivencia establecidos por el programa para que ambas partes pudieran intimidar. «No hemos dado mucho la lata en el pueblo». El acto más social fue una cena en una bodega, donde se dieron cita amigos y vecinos de Nides. Fue la prueba de fuego para las dos aspirantes femeninas.
«Son muy majas», expresa Conchi Alonso, que también las tuvo en casa tomando un café. ¿Qué le parece la idea de Nides? «Bien, él es muy aventurero. Le gusta la aventura. Se las gasta así». La presencia del alcalde en un programa en busca de pareja ha dado lugar a todo tipo de comentarios; los buenos, casi todos a la cara, y muchos de los malos aparecen en los famosos foros de internet, auténticos recogederos de anónimos y todo tipo de habladurías. «Me da igual lo que digan, esto ha sido una decisión personal que no hace daño a nadie», se defiende el protagonista.
No menos contundente se muestra la madre, Daría de San José, al amparar la decisión de su hijo. «Al principio no me lo tomé muy bien porque no me gusta ese rollo. Y como dice el dicho "La cuba de buen vino no necesita bandera"». Quién le mandaba a él, parece que suelta como entre dientes. «Creo yo que para buscar una novia no tenía que haber recurrido a esto, pero una vez que lo ha hecho ¡qué voy a hacer! Estoy encantada». Quizá no sospechaba que en la decisión de Nides también han pesado ellos. «Era también como un regalo para mis padres. Llevan mucho tiempo sin salir, necesitaban algo distinto». Y vaya si lo han tenido.
Daría y su marido, Goyo Riesco, se han visto arrastrados por la repentina fama del aventurero hijo. Las cámaras de "Granjero busca esposa" se metieron literalmente hasta la cocina. Y allí estaban los dos azarosos padres intentando salvar los muebles. Lidiando con dos desconocidas, mirando a cámara, leyendo cartas y cartas, viendo fotografías... «Esto es para los jóvenes, nosotros ya no estamos para nada», refunfuña sin perder el buen humor. Lo cierto es que se metieron en el bolsillo a todo el equipo de grabación, establecido en Villabuena durante el rodaje. Se han llevado recetas caseras y postres que a buen seguro agradecerán de por vida a la risueña Daría. «A ver si encuentra una de verdad y me quitan tarea», sentencia la madre.
La experiencia de un paseo por El Pego resulta esclarecedora de lo que algunos piensan. «Esto ha sido muy bueno para el pueblo, estamos por todos los sitios y hablan de nosotros», coinciden en señalar Dorita González y Tere Bailador. «Porque Sanzoles, Venialbo, Moraleja... están más a mano, pero a este pueblo hay que venir. Y gracias al programa están apareciendo las viñas, los vinos, el burro zamorano. Esta propaganda nos viene fenomenal porque si no a ver quién mira para nosotros», comenta Tere Bailador. Y le defienden. «Además, no está mal de ver. Nides es un picaflor. Ha tenido más de una novia», revela otra vecina.
Y es que desde que se estrenó en la pequeña pantalla los teléfonos no han dejado de echar humo. «Nos han llamado de Asturias, de Santander, Vitoria, San Sebastián...». Clientes del taller familiar de Conchi Alonso, sorprendidos al oír el nombre de El Pego en la televisión. «Me dicen, estoy viendo en la tele a uno que lo conozco y no soy capaz de ubicarlo. Esto ha sido un boom y encima tenemos publicidad gratis». Esa es la idea que más transmiten quienes han visto con buenos ojos la odisea mediática de Nides.
Tal era uno de los objetivos confesables del concursante, más en su papel de alcalde que de vecino. ¿Los inconfesables? No parecen existir. Nides cuenta cómo un día se acercó a la oficina de Coag en Fuentesaúco y vio el anuncio del programa. ¿A que no te atreves?, le retó uno. Fue dicho y hecho. Llamó al programa y, casualidad, una de las redactoras era de Zamora. Todo fueron ánimos y lo demás llegó rodado. Se trataba de recibir el mayor número cartas para ser seleccionado. Y lo consiguió. Fue uno de los candidatos más valorados y, a juzgar por los comentarios el listón sigue alto.
«Enhorabuena, alcalde. Te has portado con ellas como un señor, no como esos otros ganaderos que vaya, vaya...», le espeta una mujer en medio de la calle. «Hasta a recoger la mierda las ha obligado alguno», salta otra. «Es el que mejor se ha portado con las chicas», redunda Conchi Lorenzo, quien compartió un café con Vera y Paula. «Físicamente es más guapa Vera pero para él me gusta más Paula». Parece ser que ésta última se llevó el gato al agua. ¿Hasta el final? En quince días se resuelve el dilema.
Nides, dicen sus vecinos, se ha mostrado mucho más caballeroso. Hasta que llegó el día de la comida en el campo. No gustó nada el reto a las dos mujeres. La que más vendimiara se llevaba el premio de una exquisita caldereta mientras la perdedora había de conformarse con un bocadillo. «Me han tachado de machista y de todo en los foros, pero lo que no sabe la gente es que era parte del guión y encima lo escribieron dos mujeres», se defiende.
Por decir se han dicho muchas cosas. ¿Cuánto te han pagado? Es la pregunta del millón. «Ni un duro. Al contrario, he perdido más dinero que otra cosa. Nos han pagado gastos de desplazamiento, pero he tenido que dejar mi trabajo para ir a grabar. Aquí el único premio es encontrar pareja y luego grabar la boda». ¿Pero habrá boda? No suelta prenda. «Puede que haya alguna». Es lo más que llega a musitar. El ya sabe el final, está grabado; muchos en el pueblo lo intuyen, otros elucubran. «Hasta dicen que una de ellas se ha enrollado con un cámara». Faltan dos programas para desvelar la incógnita. «Pase lo que pase lo importante es que he conocido a mucha gente y he hecho buenas amistades».
La red de paradores que él mismo dice. Y el nombre de El Pego multiplicado por mil.
Promotor del vino, del burro zamorano y los Arribes, y protagonista de las relaciones al gallo
«Es una aventura y si encima podía hacer publicidad gratis del pueblo, pues mucho mejor». Nides -Leónides Riesco de San José para la oficialidad - suma a su condición de vecino y alcalde (el único de IU en la provincia), la de vicepresidente de Covitoro y sindicalista de Coag. De todo ello ha ejercido en algún momento a lo largo de su periplo mediático. Especialmente orgulloso se muestra con la publicidad de los vinos. Alguno de los otros concursantes ya se ha abonado a los caldos toresanos «y yo he intentado que salieran las botellas cada vez que nos grababan en la bodega». Lo mismo se puede decir de otro "producto nacional", el burro zamorano, que apareció en alguno de los paseos camperos con las dos finalistas. O de los Arribes, por donde paseó el trío mientras intentaban conocerse, los viñedos o, próximamente, la Laguna de El Pego, buque insignia del patrimonio natural. No es raro que ni los políticos de cabecera locales renuncien al comentario de turno. «El alcalde famoso», le soltaron algunos en el último acto institucional.
La historia de Nides ha inspirado también las "relaciones" al gallo. Es la noticia del año en El Pego y al periodista Luis Miguel de Dios, veterano autor de las rimas, le resultaba difícil resistirse a tan sugerente argumento. "Que si rusas, que si chinas, vemos en televisión, cómo Nides, vacilón, ha dado con una mina...". Qué mejor momento para lanzar un órdago a los solteros del pueblo. "Y es que hay mucho solterón, que se refugia en el bar, venga a soplar y soplar, y venga a echar barrigón. Como el alcalde ligón, actuad con desparpajo, mandad todos al carajo, timideces y complejos...". Porque "... molesta a cualquiera, y hasta ofende a nuestro honor, que hasta el propio regidor busque lejos su granjera...". ¿La encontró? De momento, El Pego se paraliza cada lunes por la noche por "culpa" de un alcalde sin complejos.
