jueves, 14 de septiembre de 2006

Fin de la polemica sobre el almacen nuclear

El municipio de Peque renuncia a ser candidato para albergar el cementerio de residuos nucleares
El Ayuntamiento denuncia ser un «punto rojo» en las subvenciones y el alcalde insta al presidente del Gobierno a que aclare aspectos de su seguridad
N. S.

Extraido de La Opinión de Zamora

Peque.- Peque renuncia a ser candidato del emplazamiento de un almacén temporal de residuos radiactivos. Así lo comunicaba ayer la corporación del municipio de La Carballeda a través de un comunicado firmado por el alcalde, Rafael Lobato, y dos concejales. En el texto también suspendía la reunión convocada para hoy en la que el regidor iba a abordar con políticos, ecologistas y agentes sociales la posibilidad de albergar el almacén temporal centralizado en Peque. El escrito fue distribuido por el pueblo por Lobato «acompañado por una patrulla de la Guardia Civil» pasada la medianoche y posteriormente enviado instituciones, partidos políticos y medios de comunicación.

En el comunicado, los responsables municipales precisan que «el alcalde tan sólo hizo una llamada telefónica al Ministerio de Industria interesándose» y resaltan que no desean la ubicación de este tipo de instalación «en ningún lugar» de la región. Denuncian que Peque sufre las mismas carencias que antes de la solicitud: «mal estado de la carretera, falta de pavimentación de muchas calles, arreglo de caminos...». Además, recuerdan que el Ayuntamiento ha apoyado los proyectos de desarrollo de la zona como el «Hospital de Benavente o la lucha por la inclusión de los ganaderos de la zona en el plan de sequía». Por último, indican que «nos consta que Peque, aparece en la Junta de Castilla y León como un "punto rojo" dentro de las subvenciones y ayudas a municipios» y piden que ello sea aclarado por «quien corresponda».
Por otro lado, el alcalde de Peque, Rafael Lobato, reiteró ayer seguir «temiendo por mi vida» y pidió que «el Presiente del Gobierno aclare la postura sobre mi seguridad». Respecto al bando aseguró que los que tienen que hablar ahora son «las administraciones», y agregó: «espero la llamada de Juan Vicente Herrera».


Con respecto a la postura de la institución local de Peque, el presidente del Diputación, Fernando Martínez Maíllo, aseguró que es la mejor decisión porque «un alcalde lo que tiene que hacer es escuchar a los vecinos y a las instituciones que por unanimidad» no lo apoyaron. Al tiempo, abogó por otra forma de desarrollar la zona y lamentó que la renuncia «haya llegado tan tarde». Recalcó que «si quiere más ayudas lo que tienen que hacer es solicitarlo y el mejor método no es pedir información a Industria sobre un cementerio nuclear».

Además, Maíllo calificó de «desproporcionado en las formas y en los contenidos» el debate surgido tras la petición y defendió un debate nacional sobre el futuro de la energía nuclear. Respecto a la candidatura del PP en Peque, indicó que el partido «tiene sus comités electorales y cuenta con la máxima de que sus representantes luchen por su tierra y se hagan eco de las peticiones de los ciudadanos».


Por otro lado, el delegado de la Junta, Oscar Reguera, retó a Lobato a que demuestre donde consta como "punto rojo" la localidad de Peque, porque en caso contrario, aseveró: «se trataría de una ligereza dialéctica que exigiría una rectificación» y mencionó que la institución regional cuenta con «más de 800 líneas de subvenciones para las corporaciones locales y su petición está en función de la capacidad gestora del responsable» y denunció que el proceso de asignación de la ubicación de un cementerio nuclear «refleja una dejación de funciones por parte del Gobierno central».
Mientras, el subdelegado del Gobierno, Carlos Hernández, felicitó al alcalde y a la corporación de Peque por la postura, en tanto que puntualizaba que nunca debería haberse llegado al nivel de crispación política y calificó el ofrecimiento de Lobato como un llamamiento atención por la falta de inversión pública. En la misma línea se pronunciaba el máximo responsable del PSOE en la provincia, Manuel García Guerra, se congratuló de la decisión adoptada y aseguró que subyace «el abandono de nuestros pueblos, de Sanabria y Carballeda por parte las de administraciones». Añadió que un alcalde quiere mirar por su pueblo y «cuando se encuentra en la impotencia de falta de servicios se pone en manos de algo tan grotesco como un cementerio nuclear».
Por su parte, el coordinador provincial de IU, Francisco Molina, consideró que el éxito se debe «a la respuesta del pueblo en general» y sentenció que «las manifestaciones de democracias se puede hacer con los votos cambiando los gobiernos que apuestan por la energía nuclear».

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