Cernadilla y San Salvador de Palazuelo abren refugios para los peregrinos jacobeos

Publicado en La Opinión de Zamora
Cernadilla y San Salvador de Palazuelo abren refugios para los peregrinos jacobeos
La Consejería de Fomento financia obras por importe de 24.447 euros

M. A. CASQUERO



Alcaldes y representantes de las instituciones zamoranas durante la inauguración del albergue de peregrinos de Cernadilla






El Consistorio de Cernadilla procedió ayer a inaugurar las obras de rehabilitación de la antigua fragua municipal como refugio del peregrino.

El regidor de Cernadilla, Herminio Aparicio, manifestó ayer sentirse «satisfecho» al ofrecer este servicio a la media docena de peregrinos diarios que discurren por esta vía sanabresa del Camino de Santiago.

Las obras de rehabilitación y acondicionamiento de la antigua fragua del Ayuntamiento han contado con un importe de 24.447,54 euros y han sido financiadas por el Servicio de Recuperación Arquitectónica de Fomento. Erlindo Sánchez, jefe de este Servicio destaca las intervenciones llevadas a cabo en el municipio como la rehabilitación de la ermita, las intervenciones practicadas en la iglesia de Cernadilla y en la de San Salvador de Palazuelo, así como en el cementerio de esta última localidad.

Erlindo Sánchez asistió ayer a la inauguración celebrada al mediodía junto al vicepresidente de la Diputación, Aurelio Tomás, el jefe de servicio de industria de la Delegación Territorial, José Bahamonde, el jefe del Servicio de Medio Ambiente, López Méndez, munícipes de la zona y vecinos de Cernadilla, así como miembros de la asociación «Semurandar», quienes activamente promocionan los caminos tradicionales.
Previamente a esta inauguración, el alcalde había inaugurado otro refugio del peregrino en el anejo de San Salvador de Palazuelo, que también dispone de media docena de plazas. La antigua fragua de Cernadilla, que da nombre al regato que discurre a sus pies, ha estado prácticamente en ruinas desde que su anterior herrero, José Vega, dejase de martillear sobre el yunque en los años 60. La saga de los Vega hizo que en este pueblo se dispusiese de dos fraguas, una particular regentada por el hermano de José y la municipal que desde ahora se convierte en «parada y refugio» de peregrinos del Camino de Santiago.

Las intervenciones practicadas en el inmueble han consistido en el reforzamiento de los muros pétreos, la disposición de la cubierta, el solado, el ejecutar unos aseos y duchas, así como una pequeña cocina. Una techumbre de madera embellece el pequeño compartimento, que hace las veces de sala, y dormitorio y que se encuentra sencilla pero dignamente equipado.


Por otra parte, los problemas con el abastecimiento de agua están a punto de solucionarse definitivamente con la prevista inauguración de las obras acometidas desde el embalse de Valparaíso hasta el aljibe de San Salvador de Palazuelo, desde donde se suministra el líquido elemento a las localidades, San Salvador, Valdemerilla y Cernadilla. Unas obras financiadas por Medio Ambiente con 480.000 euros y que López Méndez calificó ayer como «la pequeña Sayagua».


La pequeña fragua municipal regentada por José Vega, el herrero del pueblo, consiste en un inmueble de poco más de 20 metros cuadrados, de una sola planta, con entrada y salida al regato que discurre a sus pies. Profusamente restaurada a base del reforzamiento de sus muros pétreos y la disposición de una cubierta de teja curva.
Desde ayer los peregrinos de la ruta jacobea dispondrán de un nuevo refugio, que viene a incrementar las potencialidades turísticas de la zona.