lunes, 5 de diciembre de 2005

Varios agricultores se encierran en Villardeciervos para exigir medidas contra los daños de la fauna

Varios agricultores se encierran en Villardeciervos para exigir medidas contra los daños de la fauna
Irrumpen en las oficinas de la Reserva de Caza en demanda de indemnizaciones y para reclamar que el jefe de Vida Silvestre sea apartado de sus funciones.

Poco después de las 11 de la mañana de ayer, quince agricultores y ganaderos de varios pueblos cercanos, a los que posteriormente se unieron algunos más, irrumpieron en la oficina de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra.

Procedían de Boya, Cional, Codesal, Sagallos, Otero de Bodas y Val de Santa María, y todos ellos tenían problemas con las indemnizaciones por los daños de la fauna salvaje en los cultivos.

José Manuel Soto, representante de Coag en la comarca explicaba nada más llegar a la oficina: «Hemos entrado en esta oficina sin permiso, como hacen los ciervos en nuestros cultivos, pero nosotros, sin embargo no vamos

a causar daños, mientras que los ciervos y jabalíes día tras día nos destrozan lo que sembramos. Y no es lo malo esto, sino que además nos vemos negros para poder cobrar unas indemnizaciones que siguen siendo injustas».

Los agricultores se sentaron en una de las mesas de reunión de la sala y allí permanecieron durante toda la mañana. Soto explicaba a los reunidos el tema de la despoblación: «Estamos viendo que a los políticos se les llena la boca hablando de la despoblación rural y están haciendo todo lo contrario de lo que se debería hacer.

Están contribuyendo a que no venga nadie a instalarse, y a que los pocos que quedamos aquí, nos tengamos que ir. Ahí tenéis el ejemplo de las indemnizaciones de cultivos. La Junta siembra en la Reserva 45 hectáreas, para dar de comer a los ciervos y las paga a 1.319 euros cada una. Sin embargo las indemnizaciones que nos dan a nosotros son de 289 euros por hectárea. Casi mil euros de diferencia y no sé como no se les cae la cara de vergüenza. Nos están diciendo de esta manera que nos marchemos de los pueblos y esa es la despoblación rural que quieren ellos». Entre los asistentes había comentarios de todo tipo criticando la actitud de la Junta y cada uno contaba su experiencia. «Yo quiero que no nos quiten lo que es nuestro», decía uno de los presentes, mientras otro aseguraba que «en Navidades a alguno le vamos a amargar el turrón». Las críticas arreciaban contra el Jefe de Vida Silvestre de Zamora, y contra un celador de Villardeciervos: «El Jefe de Vida Silvestre de Zamora ha desobedecido al Delegado Territorial de la Junta y por eso vamos a pedir que sea apartado de sus funciones.

Se venga de nosotros este año al quitarnos un 20 % en el precio de los cultivos y no cumple lo acordado. Lo mismo podemos decir de un celador de Villardeciervos que tasa incorrectamente, y habría que decirle a ver si a él le gustaría que le recortaran su nómina mensual». José Manuel Soto ofrecía también otros detalles a tener en cuenta: «Hay una subvención de unos cien millones de las antiguas pesetas para el estudio del lobo.

Pues bien, con esa cantidad habría para pagar los daños de los animales en toda la sierra y durante varios años. Pero vemos que hay cicatería y miseria por parte de la Junta, porque ellos saben que en las parcelas sembradas, aparecen todos los días los ciervos a comer, pero luego no quieren saber nada de los daños». Habló también de datos sobre las reclamaciones por daños, en los cultivos de castaños, que el pasado año fueron de sólo 8 expedientes con 228 euros de indemnización.

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