La Rapina fue enterrada ayer en el cementerio de Mombuey.
Antonia, "La Rapina", llevaba ya varias semanas ingresada en Zamora, y aunque el desenlace se esperaba de un momento a otro, la noticia se conocía a primeras de la mañana, ya que había fallecido en la noche anterior.
Tenía 92 años y era madre de Francisco Antón, alcalde de Mombuey y de Eugenio, empresario de hostelería, así como de Emilia, Antonio y Angel.
Deja muchos nietos y biznietos y un gran recuerdo para toda la gente que la conocía en las distintas comarcas zamoranas.
Había nacido en Mombuey, precisamente en el mismo lugar donde hoy está el Hostal La Rapina, donde en 1913, sus padres regentaban la Posada La Voz de Carballeda. (Su madre tuvo 22 partos y 23 hijos).
Se casó con Francisco Antón en 1934, y toda su vida la ha dedicado a la hostelería, siendo una asidua de todas las ferias importantes como las de Rionegro, San Vitero, Santibáñez de Vidriales, Mahíde, Donado, Rosinos de Vidriales, Santibáñez de Tera y La Tuiza, en Lubián. Allí preparaba el pulpo o la carne, siendo siempre su puesto el que más fama tenía.
Antonia era una gran cocinera, y el pulpo o la carne de feria sus grandes especialidades. Pero además era una mujer conversadora con todo el mundo, amiga de los tratantes, de los gitanos y dispuesta siempre a ayudar a los que se lo pedían. En 1995, la Cámara de Comercio de Zamora, le concedió uno de sus galardones, como reconocimiento a toda una vida dedicada al trabajo. Ayer se cerraba la historia de una gran mujer, amante de la tierra y de las tradiciones como nadie.
Varios sacerdotes concelebraron la misa de difuntos a las cinco de la tarde, ante una iglesia abarrotada de gentes de todos los pueblos de alrededor. Había también muchas autoridades locales de ayuntamientos de la comarca, empresarios de hostelería, amigos y todo el pueblo de Mombuey.
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