miércoles, 14 de septiembre de 2005

IDENTIDADES ZAMORANAS: Qué es un pueblo

DONACIANO BARTOLOME
Publicado en La Opinion en Septiembre de 2005

Dicen los entendidos que no pocas veces lo que tenemos más cerca es lo que menos miramos y menos vemos. Por ejemplo nuestros propios ojos y normalmente son hermosos los de todas las personas y peculiares, aunque con distintos matices.

Y tal vez sea eso lo que nos ocurre con el pueblo. Le tenemos tan cerca que no reparamos los suficiente en lo que él representa. Hubo tiempos en los que los de las ciudades se reían y mofaban de los de los pueblos.

Ser de pueblo era peyorativo, vestir como los de pueblo, hablar como los de pueblo, comer como los de pueblo: ser un apueblao.

Al alcalde de mi pueblo don Manuel, que es más o menos como la mayor parte de los de Zamora, trabajador, honrado, luchador, pacífico, eficiente le gusta que el pueblo que dirige y le vota una y otra vez hasta cuatro (por el momento) tenga también fiestas y actos culturales. Años atrás hablaron los médicos, los veterinarios.

Gente que sabe decir cosas útiles y prácticas. Y los oyentes lo aprecian. Hace días me hizo un bando verbal para la misma encomienda. Y pensé, en éste y en los pueblos de Zamora, miré a los perros, observé que ni ladran, ni muerden. Y no vi a nadie llevándolos atados. Van en los tractores como los de Nelita, sembrando buenas miradas por todo el pueblo.

.Miré las gentes, los huertos, las casas. Roelos tiene 1.600 kilómetros de paredes de piedra de granito de un metro de alto, para vallar todas y cada una de las fincas. Y hay quienes dentro de la misma heredad hicieron sus pequeños cortijos para sembrar herrén, meter a las reses paridas. Y en levantar esas paredes no emplearon nada de argamasa.

Van una sobre otra, pero como me indicaba Agustín van formando cruz para que no se caigan. Y tienen casetas o chozos. Todos de piedra. Algunos hasta los tejados. .Yo he visto en la región de Puglia, cuya capital es Bari al sur de Italia, vender chozos o casetos menos hermosos por un buen dinero a los alemanes, que luego organizan sus meriendas allí en medio del campo con los amigos, (y amigas).
Pues además he descubierto más de 90 pozos aljibes en la roca que incluso este año han estado llenos de agua y han permitido el riego. Se ven así por todo Sayago y con los palos y la peña para sacar el agua (Cigüeños son llamados) con poco esfuerzo y sin motor.

Cuántos pueblos con muchas menos cosas singulares, son de gran atracción turística y admiración de visitantes; tendremos que hacer algo para declarar nuestro territorio como privilegiado, histórico, artístico.

.Cuánto vale un pueblo. Cuanto produce. Merece la pena invertir en él. Qué es un pueblo, es la pregunta que hice a mis convecinas y convecinos. Un pueblo es el lugar donde nacimos nos acompaña siempre. En el carnet de identidad.

Un pueblo es un conjunto de personas, entrañables, acogedoras, edificios, propiedades, sentimientos, reconocimientos, agradecimientos. Mirando el pueblo, nos damos cuenta que antes y ahora hay personas muy sacrificadas, austeras, preocupadas del bienestar de sus hijos.

Y los frutos ahí están: clínicas, fuerzas armadas, universidades, institutos, administración, llenos de profesionales en primera línea de los pueblos, de nuestros pueblos. Los pueblos han enriquecido a las ciudades con bienes y personas. .Mucho de lo vendido en los pueblos fue a parar a la ciudades.

Tal vez haya llegado el momento de animar a las ciudades a que redescubran los valores de vivir en pueblo e inviertan en industrias, residencias, turismo o en ocio particular. Y a quienes nos administran que no duden en poner nuestros pueblos como modelo de crecimiento ordenado y vida confortable.

Y si pensamos en los que quedaron posibilitando esa emigración hacia la cultura encontramos esos rasgos de humanidad, sacrificio, laboriosidad, esfuerzo, trabajo, ahorro, superación, conformarse con poco, respetuosos, que honran un pueblo. Estos son nuestros pueblos, estos son los pueblos de Zamora.

.Zamora tiene muchos pueblos que podían estar abandonados porque tiempo atrás las condiciones de vida eran duras. Pero no lo están.

Y esto se lo debemos a ustedes, habitantes del mundo rural de Zamora. Que permanecieron y permanecen todo el año. .Nosotros, que venimos de vez en cuando, les debemos a ustedes que aquí haya vida: sembrados, perros, gatos, ovejas, huertos, burros, vacas, que haya vida. Y llegamos y nos encontramos bien, gracias a su custodia. Eso es hacer pueblo.

Ustedes son merecedores de buenas carreteras, hospitales cercanos, atenciones, reconocimiento, agradecimiento

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